ATRACCIÓN, SEXO, MORBO Y AMOR EN LAS REDES SOCIALES
Reflexionando he llegado al punto de plantearme: ¿Las redes sociales son utilizadas para conocer o desconocer? ¿Para ser quienes somos o soñar con quienes podríamos llegar a ser? ¿Buscamos conquistar a otras personas o iniciar sesión con nosotros mismos?
Entre “me gustas”, “toques”, “iconos” e indirectas a través de comentarios, se van generando “expectativas”, y detrás de la pantalla de nuestro móvil o de nuestro ordenador las emociones reprimidas surgen, y los poetas muertos reviven. ¡Siempre hay quién enamora con sus palabras! Con esas palabras acordes, exactas que desarrollan la cadencia perfecta de nuestra imaginación.
Hombres y mujeres sentimos la necesidad, en algún momento, de buscar a nuestra “media naranja”. Las citas a ciegas de los amigos solo sirven para acumular anécdotas; los números de teléfonos que conseguimos en las discotecas casi siempre están vacíos de sentimientos, ¿qué alternativa nos queda? ¡INTERNET!
Muchos dirán que no. Unos por pudor. Otros por convicción. Y algunos por inexperiencia…
Lo cierto es que el amor está en todas partes. A la vuelta de la esquina, en la cera de frente, a pocos minutos de tu casa, en el gimnasio al que no vamos, en el parque por el que corremos, y entonces… ¿por qué no podría el amor estar también en el ciber espacio? ¿En internet? ¿Puede existir el amor en un “no lugar”? ¿O será que el amor que emana de unos dedos sobre el teclado, rebota sobre el monitor y se esparce sobre quién escribe?
Aunque algunos lo vean como un recurso “de desesperados”, de “gente rara”, y como algo nefasto, corrompido y peligroso; para quienes ya no salen de noche, para los que no tienen amplios círculos sociales, los tímidos, los retraídos, los solitarios… no deja de ser la carta que tienen para jugarse el todo por el todo al amor.
Infinidad de páginas web presentan la posibilidad de encontrar “la pareja de tu vida”. Chats públicos, redes sociales, blogs, portales, mini blogs, etc., la oferta es muy grande.
¿Por qué cerrarnos puertas?
"Trackback" Enlace desde tu web.
Comentarios (2)
Rodrigo Duran
| #
Estoy de acuerdo en algo; el amor está en todas partes. Sin embargo, no creo que puedas amar a alguien que conoces por internet.
El amor llega con la convivencia, al mirarla a los ojos, al abrazarla, al sentir sus labios y su cuerpo palpitando junto al tuyo.
El que te guste una chica o un sujeto en internet se puede llamar así, gusto o encanto efímero y nada más.
Lo que si creo es que puede ser un sitio para conocer a muchas personas, pero, el inconveniente es que mucho de lo que todos escriben ahí es solo un espejismo; un deseo inconcluso de lo que no son pero que les gustaría llegar a ser.
Es una lástima, si en internet navegaran solo personas maduras y honestas las citas por facebook serían la alternativa más inteligente para conseguir el amor verdadero…
Responder
Miguel Garcia
| #
¿Por qué no? Lo bueno de las RRSS es que te puedes encaprichar (no voy a usar la palabra «enamorar») de alguien por lo que es en realidad. Hay mucha ficción, cierto, pero hay más personas que se abren al mundo desde la distancia y el anonimato de la Red. Te encariñas de cómo escribe, de lo que dice, de como se define y dejas aparcados los típicos prejuicios físicos. ¿Què luego nada se corresponde con la realidad o mejor dicho, con «tu realidad»?, pues es posible, pero si te encariñas con alguien por cómo es, por lo que es, por lo que dice o por cómo lo dice, tienes mucho terreno ganado. ¿El resto? O hay química o no la hay, pero esto también pasa en cualquier local nocturno al que acudas en busca de un amor.
Por qué, ¿de eso se trata, no?.
El morro, la atracción o el irrefrenable deseo sexual se presenta, no se busca.
Responder