¿Hay futuro sin sexo?

Hay quien piensa que sin sexo una relación de pareja no puede funcionar, pero también están los conformistas que piensan que a medida que la relación avanza, el sexo decae e incluso llega a dejar de existir y que lo importante es el amor y el cariño. Entonces…

¿quién tiene razón?

Yo soy de los que piensa que el sexo dentro de la relación de pareja es una parte esencial para que la relación siga funcionando, pero no solamente la parte de la frecuencia y la actividad, sino por lo que se hace o se deja de hacer, por cuántas cosas distintas se han probado… Y estoy convencido de que eso aumenta la complicidad en la pareja.

Me explico mejor; el sexo para mí ante todo es complicidad, es algo más que follar; son las miradas, las caricias, los juegos, las palabras… todas aquellas cosas que puedan estar dentro del terreno de lo erótico. Esa complicidad, más allá de cuántas relaciones sexuales se tienen a la semana, es lo más importante dentro de la sexualidad de la pareja.

El desear y el sentirte deseado es algo básico. Mirar a tu pareja cada día y sentir unas ganas locas de follar; más allá de que finalmente lo hagas. Porque el día que tu pareja te mire y te desee, piensa que es porque mirará y deseará a otra persona.

Para que eso no suceda, hay que recurrir a la imaginación. Hay que crear situaciones diferentes a las cotidianas, sorprender con encuentros morbosos, con mensajes que no se espere que despierten su instinto para primario… Y luego rematar la faena entra las sábanas. Sin tabúes, sin barreras, sin ascos, sin “eso yo no lo hago”.

Por otro lado, es cierto que con el paso de los años, la pasión tiende a disminuir y con ello el deseo, la complicidad y, evidentemente, también la frecuencia. Pero eso es debido a un factor muy importante: tenemos tendencia a pensar que la pasión se mantiene de manera automática, como si de magia se tratara. Y no es así. Si no cuidamos la complicidad, el juego, la picaresca… la pasión se va y luego es muy muy difícil de recuperar. Yo diría que imposible.

Y si lo descuidas, un día descubrirás, que tu pareja ha encontrado fuera lo que no le dieron en casa. O, quizás, no lo descubras nunca, pero lo habrá encontrado.