Historia del Templo del Placer: 7
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad; y ese viaje les iba a hacer cómplices de por vida.
Yendo en el coche él le preguntó: ”¿Para siempre?” Y ella contestó: “No, lo siento. Sería injusto prometerte tanto, estoy casada. Sólo una noche. Pero te prometo que será la noche más larga de tu vida.”
Él estaba comprometido y cuando no quería enamorarse, sucedió.
El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto…
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